domingo, 7 de septiembre de 2014

ENRIQUE SALUSTIANA / ATENTAMENTE y otros poemas

ENRIQUE SALUSTIANA






ATENTAMENTE




Mis párpados vencidos.

¿Cuántas mujeres a esta hora aúllan por sexo?

¿Cuántas lo olvidaron en el descuido y la lágrima?

¿Cuántas no saben y se escandalizan ante una revista porno?

¿Cuántas no sabrán jamás mientras leen el Kama sutra?

¿Cuántas frustradas a esta hora por la turgencia ausente?

¿Cuántas sucumbidas luego del orgasmo siguen temblando mordiéndose los labios, cruzando las piernas?

¿Cuántas lloran junto a sus dedos flácidos?

¿Hay en el público alguna mujer que requiera de sesiones en las que el plato, luego de comer, quede limpio, sin residuos?

Piénselo y escríbanos un email a la siguiente dirección:

Urgente@

urgente @

@


Atentamente,

Amanda Solé.


Mis tobillos ahogados.
Húmedo en el orín.











SOFÁ

Verbo,
espinazo que apuñala.

Garganta hincada.

Recibe,
sofá,
los escombros,
la piel desgastada.










Caracas-Venezuela



¿Que en paz descanse?



¿Paz?



¿Descanso?




En los hornos crematorios.
En vasijas mortuorias.
En la boca de los peces.
En los matorrales
preñado
y verde
pariendo larvas hace siete días.

En el estómago de algún zamuro.

Entre los dientes del perro satisfecho.

Nadando en el Guaire,
que me escupe al mar
con el cuello, las manos y los pies estrangulados.

En las fauces de la piraña expulsada
luego del giro del tambor
golpe quemado del gatillo
anidando llantos
en el pecho
la cara
y un cuerpo sostenido
en los misterios del rosario.

El plomo
es una canción de cuna.















SIN RUBORES



Comenzaré diciendo que tengo mucho tiempo sin hacerlo.
El tiempo es relativo, las palabras también lo son.

¿Qué deseas beber?
¿Café, té, vino?
Si me preguntas
te diré que sólo deseo beberte.
Pero iré despacio, bueno,
eso intentaré.

La única prisa que llevo
se traduce en un beso
hambriento de otro beso
llovido en tu saliva.

Descuida,
puedo sobrevivir fuera de la pecera unas horas
sólo la mejilla como carnada.

Quiero
que en cada sorbo dado
muerdas astros y galaxias
borres todo principio
germines en mi pecho, quiero
comer las migajas de pan lanzadas por tus manos en el camino,
sustituyendo el cero por mi nombre.

Callaré,
sin obediencias,
pero callaré.

El exceso es una duda
que en ocasiones
nos colma de gemidos.

No le escribo al amor.
Sería sospechoso.
Las pruebas me incriminarían.

Que el hechizo venga, eso sí,
sólo para rescatarme
cuando huyas con mi corazón en las manos
y deba volver a la piedra del río
para lavarme todos los espectros que te hacen venir.

Esto,
es tan sólo
un intento al abandono.
Sí,
para orbitar
es necesario abandonarse al vacío,
atando al deseo con nuestras lenguas,
inquietando a la piel con viejas deudas
liberando sus aromas.


Sabes bien
que no me refiero a la colonia,
el perfume,
la cremita humectante de vainilla. No.
Son esos
los taninos de tu aliento,
el rocío de tu pulso
que lleva en sus alas los tambores
durante el viaje que parte de tus pies
haciendo estaciones en el ascenso.
Aterrizando en tu mirada,
deslizándome por tu espalda,
para luego
retomarme en tu cintura
enloquecer en ecos
sobre tus labios
y allí morir varias veces
antes y después de los sudores
desprovistos del pudor y la vergüenza caduca.








Así

No corras
esta vez no
tú no.
Las zapatillas
pueden perder rascacielos
entre los dientes de alguna alcantarilla hambrienta
la belleza
en ángulo inclinado
trazada entre ambos
de uno al otro
en un bis sin frenos.

Te he visto besando la arena
junto a las tortugas
pescando los murciélagos en tus sueños
extraviando tu mirada
en el sombrero del mago
que absorbe lunas, soles, nubes y tus espejos.

Entre los dos
café
robándome al paso de caracoles
desde tus ojos
como quien muerde pasteles tibios de manzana y nuez,
así.




© Enrique Salustiana







Enrique Salustiana
Nace en Caracas en 1971. 
Poeta. Egresado de la Escuela de Artes de la UCV, Mención Artes Plásticas. 
Master Multimedia.
 Diseñador Gráfico.
 Postproductor Audiovisual y Guionista.
 Director Creativo en Cheikon Studio
Integrante del grupo de poesía de Edda Armas El Ojo Errante. Autor de los poemarios inéditos I Can’t Believe It’s Not Poetry, 
Columpio, 
Plomo Parejo,
 Asomado,
 Pixelado
Rompa el vidrio en caso de emergencia, 
Bot-k: el robot poeta 
Crónica Caníbales.









.







No hay comentarios:

Publicar un comentario