jueves, 1 de agosto de 2013

KATE RUSHIN / EL POEMA DE LA PUENTE

 
KATE RUSHIN

EL POEMA DE LA PUENTE




  Estoy harta
enferma de ver y tocar
ambos lados de las cosas
enferma de ser la condenada puente de todos.

Nadie
se puede hablar

 sin mi
¿No es cierto?

Explico mi madre a mi padre
mi padre a mi hermanita
mi hermanita a mi hermano
mi hermano a las feministas blancas
las feministas blancas a la gente de la iglesia Negra
la gente de la iglesia Negra a los ex – jipis
los ex – jipis a los separatistas Negros
los separatistas Negros a los padres de mis amigos.

Después
tengo que explicarme a mí misma
a todos.

Hago más traducciones
que las malditas Naciones Unidas.

Olvídense
me enferman.

Estoy enferma de llenar sus huecos.

Enferma de ser su seguro contra
el aislamiento de sus autoimpuestas limitaciones
Enferma de ser la loca de sus cenas festivas
Enferma de ser la rara de sus meriendas de domingo
Enferma de ser la única amiga Negra de 34 individuos blancos.

Encuéntrense otra conexión con el resto del mundo
Encuéntrense otra cosa que los legitime
Encuéntrense otra manera de ser políticas y estar a la moda.

No seré su puente a su femineidad
su masculinidad
su humani- dad.

Estoy enferma de recordarles que no
se ensimismen tanto por mucho tiempo.

Estoy enferma de mediar sus peores cualidades
de parte de sus mejores.

Estoy enferma
de recordarles
que respiren
antes de que se asfixien
con sus propias tarugadas.

Olvídense
crezcan o ahóguense
evolucionen o muéranse.

La puente que tengo que ser
es la puente a mi propio poder
Tengo que traducir
mis propios temores
Mediar
mis propias debilidades.

Tengo que ser la puente a ningún lado
más que a mi verdadero ser.

Y después
seré útil.
 
 
KATE RUSHIN

ANDI NACHON / ENTRE RIOS

ANDI NACHON


ENTRE RIOS


 ¿A qué se vuelve cuando se vuelve? ¿Olor
de los duraznos o la mesa
con amigos esperando tu salida
a las ocho del trabajo ¿A qué? Cuando vientos
soplan atardeceres tibios y ésta
resulta una calle reconocida: cruce
para autos donde el taxi
aminora en el saber de la pick up
cruzando sobre el amarillo
ya rojo. A qué

mientras hacia Entre Ríos
bajás Estados Unidos perpendicular al retorno
a casa de la marcha: cada cara
una idea de país
enmarcada en la ventana
del micro escolar. Idea de días
marcados en la rítmica
del hoy posible. Espacio para parrillas
comunión y renuncias para señalaar la vuelta
su auténtica
revuelta: mi cuerpo

cada cara reclama, derecho
¿a qué? Banderín
bombo y paso
de la gente que regresa
de un sí a algo, claramente
no a ésta
desposesión de sí: mi cuerpo mi derecho
ciertas
jornadas felices y regresos
en la lasitud del trabajo
ya hecho. Yo y mi perro

nietos
del anarquista que tuvo
su hijo peronista -ante el tribunal militar
mi padre dijo "no" y perdió
apenas sostenido por su idea
de país de días
signados por una
gracia cierta y sus muchas

formas de tristeza-. Vuelve
esta gente que vuelve frente a vos

una flacucha ilustrada y vacaciones
para esa chica que también
cree en determinadas
formas de política o lo mismo
para vos sería
opciones del amor. Mirás y te miran sobre igual
extrañeza igual
clara pertenencia: mi cuerpo

éste
mi único derecho. "Se vuelve"
escribiste al amigo y mentiste varias
razones más allá de duraznos, olores
de puestos en invierno contra el cielo

recortado en paraísos, en micros
que traen a la plaza gente y dicen: hay cierta
idea de país, de días
a los que volver. A quiénes
entregar éste

mi cuerpo que me pertenece. ¿A dónde

vuelve quien vuelve? Sobre las miradas del hambre
del afuera
más allá de un afuera
siquiera pensable. ¿A qué? Que no sea una quimera
donde incluso ésta
nieta anarquista vea
en cada cara un sí, el no al afuera
a la clara
no posesión de mí. Mis días

toda una materia, mínima
historia a contarte cuando veo mi cuerpo
el corto
tiempo al propio sueño: una
idea de qué. Nada
sabe de olor a duraznos, regresos y el
por qué
se vuelve cuando una vuelve a esto

tan nada -la mano
de la señora con bolsa, el gesto
en la cajera del día cuando espera
frente a la máquina
la cuenta aparezca. A dónde

que no sea el propio cuerpo de una, relato
en palabras conocidas como
vos
que tomaste nesquik, respondiste un sábado
al chico y su auto: "yo
vuelvo a casa, tengo
un cactus que regar". Entre ríos
la marcha anda y en el medio

esa mujer con perro, su idea de días,
políticas
del sí a las tardes, sus siestas
de paraísos emergiendo un cielo
abierto a nosotros y a qué. Sólo regresos: vetas
firmes en la madera de una mesa, corrientes
anuncia en julio
ese verano sorpresa. Se vuelve
igual a ellos que regresan: miradas bajas, ideas
más cerca del sueño la comarca ésta
llamada país. Retorno
aunque mentiste al amigo
razones ciertas. Se vuelve

entre corrientes con furia y a la vez
en éste
no saber adonde ir. O sí. El río

de la marcha hacia adelante, columna
sea redoble y festejo
para desposeídos de qué
más allá de sí. Más allá de la historia

su propio realto el tuyo
a las puertas del eki la noche o
contra el altísimo
portero eléctrico esa
ancianita de negro: un plato
de pasta en la mano y servilleta
haciendo de techo. "La nona"
dice y se estira en medio de la marcha, su propia
vida cruzada: Entre Ríos

avanzamos hacia algo
-apenas sueño de días para mí
y para vos también
nuestro cuerpo-. No mentirías

a tu amigo al decir: "para abrir se vuelve
la historia hacia una y hacia uno que es más
que este cuerpo y el tuyo, la marcha toda

pidiendo un tiempo
al propio sueño y olor
de duraznos en pleno invierno y no

me fui para volver aunque fuera
volver la auténtica partida".

ANDI NACHON

MAURICIO REDOLES / NO IMPORTA

MAURICIO REDOLÉS

 
NO IMPORTA

hay viejos culiaos que no creen en nuestro amor…
hay viejos culiaos que no creen en nuestro amor
no importa oh…!

hay viejos culiaos que no creen en la liberación de la mujer
no importa oh…!

hay viejos culiaos que no creen en la rebelión punk
no importa oh…!

hay viejos culiaos que no creen que en un poema se pueda decir:
viejo culiao
no importa oh…!

No importa, si yo la quiero y usté me quiere
No importa, escuchemos la mitad de la humanidad que sangra una vez al mes por toda la humanidad
No importa, avivemos la cueca punk
No importa oh!!! escribamos poemas llenos de groserías,
y metámonos el espíritu al bolsillo perro,
No importa oh!!!
 
 
MAURICIO REDOLES

LEÓN G. LAMAS traducido por Martha Asunción Alonso

LEÓN G. LAMAS  traducido por  Martha Asunción Alonso

 
HIPO



Y por mucho que beba siete sorbos de agua
tres o cuatro veces todas las veinticuatro horas
siempre me vuelve el hipo de la infancia y sacude
mis instintos
como el poli al ladrón
Desastre
háblame del desastre
háblame

Mi madre quería un hijo educadísimo en la mesa
las manos en la mesa
el pan nunca se corta
el pan se parte
el pan nunca se tira el pan de Dios
el pan del sudor de la frente de vuestro Padre
el pan del pan

Hay que comer los huesos con mesura y reserva
el estómago debe ser sociable
y un estómago sociable nunca eructa
el tenedor no es un mondadientes
prohibido sonarse la nariz
al oído
la vista de todo el mundo
y no te olvides de andar recto
las narices de bien no han de barrer nunca el plato
y no y no
y no en el nombre del Padre
del Hijo
del Espíritu Santo
tras todas las comidas
y no y no
y no al desastre
háblame del desastre
háblame

Mi madre quería un hijo vademécum
si no te sabes la lección de historia
no irás a misa este domingo con
tu vestido de domingo
este niño será una mancha en nuestro nombre
este niño será nuestro válgame Dios
A callar
ya te tengo dicho que hay que hablar francés
el francés de Francia
el francés de los franceses
el francés francés

Desastre
háblame del desastre
háblame

Mi madre quería un hijo niña de sus ojos
hoy no me has saludado a la vecina
otra vez con los zapatos sucios
y que no te vuelva a ver en la calle
tumbado en la hierba o en la Savane
a la sombra del momento a los muertos
jugando
a las trincheras con fulanito o
menganito que no está bautizado

Desastre
háblame del desastre
háblame

Mi madre quería un hijo muy do
muy re
muy mi
muy fa
muy sol
muy si
muy do
re-mi-fa
sol-la-si
do

Me han dicho que has vuelto a faltar
a clase de violín
el banjo
cómo que el banjo
pero qué dices
un banjo de verdad pides un banjo
pues ni hablar, señorito
ya deberías saber que mi en casa no entran
ni ban
ni jo
ni gui
ni ta
ni rra
no es cosa de mulatos
déjaselo a los negros. 





 (traducido por Martha Asunción Alonso)




foto de Alicia Gallegos