lunes, 24 de junio de 2013

PACO MORAL / MILAGRO EN UNA ESQUINA PARA UN LECTOR INCIERTO


PACO MORAL


MILAGRO EN UNA ESQUINA PARA UN LECTOR INCIERTO




Eres hombre o mujer, joven o viejo, y tienes

 grietas sobre tu cuerpo ajado en cien batallas,

o eres quizás tan suave que resbala

la seda por tu piel como lo hacen

los rayos de la luna al reflejarse

y repetir su luz sobre el Mediterráneo.




Estarás en la casa de tus padres,

en una habitación que le has robado al sueño,

o desnuda, tumbada de costado

junto al mendaz amante que te finge

después de acariciarte, repitiendo que te ama

aún como te amaba aquella tarde oscura.




Hay tanto que decir

en un andén del metro con tu libro apretado

contra el pecho tan joven, tan falto de derrotas,

o en el banco de un parque huérfano de noviazgos,

o en un vagón de tren camino de la nada.




Puede que sea pronto,

que pases esta página dentro de algunos meses,

o bien que hayas entrado en una biblioteca

salvada de un naufragio

y hayas cogido tú al azar el libro

que yo escribiera hace doscientos años.




Son tantos los azares, tantas las coincidencias

que te han hecho llegar hasta aquí para verme,

para que nos topemos al doblar esa esquina

en la que se han citado mis palabras

con tus ojos cansados a esta hora imposible.




Nos vemos, clandestinos,

y apenas coincidimos el lapso que has tardado

en leer el poema y pasar a otro asunto

sin presentir que yo te buscaba esta noche

sabiendo que un día habríamos de amarnos

como cómplices ciegos,

como los que se encuentran

para desencontrarse un minuto más tarde.




Mi amor duró algo más de treinta versos

y al tuyo lo mataron las urgencias.




PACO MORAL, "Frutas y banderas", Ed. Vitruvio, 2013